Transcurrido más de 2 años desde que cambio dramáticamente nuestra realidad, cuando la Organización Mundial de la Salud, OMS, un 11 de marzo del año 2020 declaro al COVID-19 como pandemia, desde ese entonces muchas consecuencias humanas y económicas ocurrieron, aún con destino incierto en muchos aspectos.
Haciendo foco solo en una de ellas, pero mirando de costado varios aspectos que van de la mano, voy a hablar de la inflación, que si bien es un fenómeno local, de un país en particular, hoy no puedo dejar de pensar en un efecto mundial, justamente por estar globalizados, ya que el comercio se relaciona en múltiples países, donde básicamente, todos, dependemos de todos y esa dependencia es la que arrastra en mayor o menor medida los efectos de inflación de un país a otro, quizás estamos presenciando algo inédito por primera vez en la historia de la humanidad, producto de la creación del hombre: la economía.
Si bien el futuro es incierto, como siempre, tenemos certezas del presente, que nos permiten poder proyectar escenarios futuros, tratando de encontrar soluciones que nos permitan estar mejor posicionados en ese futuro cercano.
Pero ¿qué es la inflación? #
Si vamos a Wikipedia, encontramos: “en economía, es el aumento generalizado y sostenido de los precios de los bienes y servicios existentes en el mercado durante un determinado período de tiempo.”
La definición da un marco temporal como base de estudio, es decir, en un momento dado que varia necesariamente con el correr del tiempo, indica que, si la inflación se sostiene en el tiempo o crece, hay un desacople entre los ingresos (sea sueldo fijo o variable, costos, valores de productos o servicios, etc.) y los egresos, lo que empieza a pasar en forma paulatina, pero sin pausa, es que gastamos más con menos ingresos.
Desde ya, cuanto mas crece la inflación, el desacople es más visible en el día a día, al principio no parece un problema, pero con el tiempo, nos damos cuenta que el dinero que ingresaba antes alcanzaba y ahora no, entonces empiezan los procesos de ajustes interno, del tipo y monto que sean, habrá quienes piensen más seriamente en hacer ese viaje a otro continente o quienes, simplemente no le alcanza para pagar todas las deudas corrientes que tiene, la realidad de cada persona se ve afectada, en primera instancia en cuanto a sus expectativas, en segunda instancia, en cuanto a la definición de que dejar de hacer, para poder sostener el modo de vida que llevabas hasta solo hace unos meses.
¿Qué podemos hacer frente a la inflación? #
1ro: entender que existe y tiene un efecto real en nuestra vida.
2do: entender en que momento de nuestra vida estamos, siempre, hablando económica y financieramente.
3ro: dar entidad a cada gasto, priorizar lo urgente de lo importante.
4to: Proyectar escenarios de ingresos a corto plazo, entre 2 a 6 meses, donde el 1er escenario es sostener nuestro ingreso sin aumento, y aplicando el último dato mensual de % de inflación a la canasta de alimentos y servicios de uso periódico. Esto se llama estimar, sabiendo que no serán números exactos, pero si dando un marco para poder jugar dentro de límites conocidos.
5to: repetir mensualmente el punto 4to, siempre que los indicadores de nuestro país sigan en aumento.
Observando el futuro #
Sabemos que la bola de cristal para ver el futuro no la tenemos, pero actuando en el presente y previendo escenarios, podemos anticipar jugadas y estar algo mejor preparados, desde ya, no es infalible, pero es mejor que no hacer nada y darnos cuenta de que estamos mojados porque la ola nos pasó por encima.
Pensar en positivo siempre sirve, prevenir también.
FUENTES:
Wiki: https://es.wikipedia.org/wiki/Inflaci%C3%B3n
imagen: https://pixabay.com/es/photos/monedas-calculadora-presupuesto-1015125/
